Metatarsalgia: qué es y cómo tratarla con los ejercicios adecuados
“Metatarsalgia” es un término genérico para el dolor generalizado en la parte anterior de la planta del pie, en la zona de las articulaciones metatarsofalángicas. Se trata de una afección inflamatoria bastante frecuente que puede provocar importantes limitaciones para caminar y empeorar así la calidad de vida de quien la padece.
Muy a menudo, la metatarsalgia se debe a una sobrecarga excesiva de la articulación, pero también puede ser síntoma de otros problemas, como metatarsalgia de Morton (o neuroma de Morton), fracturas por estrés, bursitis o tendinosis no tratadas, o artritis inflamatoria.
En este artículo, nuestros fisioterapeutas te explican primero sobre los síntomas y causas más frecuentes de la metatarsalgia, para pasar después a los tratamientos y remedios más eficaces, con una breve parte final dedicada a los ejercicios que pueden ayudarte no sólo a reducir el dolor, sino también a recuperar la movilidad de tu pie y volver a caminar sin problemas.
El metatarso del pie: un poco de anatomía
El metatarso del pie está formado por cinco huesos largos, denominados «huesos metatarsianos». Cada hueso metatarsiano –o simplemente metatarsiano– consta de una base proximal, una diáfisis (la parte larga) y una cabeza distal, y están numerados del I al V. Se conectan proximalmente a los huesos tarsianos y distalmente a las falanges.
Junto con los huesos tarsianos, el metatarso ayuda a formar los arcos del pie, que son esenciales tanto para soportar el peso del cuerpo como para caminar. Las bases de los huesos metatarsianos se articulan entre sí para formar las articulaciones intermetatarsianas, mientras que la articulación entre la cabeza de los metatarsianos y la falange proximal se denomina articulación metatarsofalángica, que es la parte anatómica que tiende a inflamarse, dando lugar a la metatarsalgia.
Causas y síntomas de la metatarsalgia
El síntoma más común y evidente de la metatarsalgia es el dolor agudo durante la marcha, localizado en la zona plantar de las articulaciones metatarsofalángicas, sobre todo a nivel de la primera y segunda articulación. El dolor al caminar también puede ir acompañado de ardor o sensación de descargas eléctricas o pequeñas agujas clavadas bajo la planta del pie.
Las causas más comunes de inflamación metatarsiana son:
- Metatarsalgia por sobrecarga debida a un entrenamiento demasiado intenso o prolongado
- Neuroma de Morton
- Fracturas del pie por estrés
- Bursitis intermetatarsiana
- Artritis inflamatoria
- Sinovitis/capsulitis de la articulación metatarsofalángica
- Tendinosis/tenosinovitis
- Retracción de la fascia plantar
- Pie cavo
- Pronación excesiva del pie
- Dedos en garra o martillo
- Retracción de los tendones extensores de los dedos de los pies
Tratamientos y remedios: qué hacer en caso de metatarsalgia
Diagnóstico y uso de antiinflamatorios:
El diagnóstico es prerrogativa del médico, que mediante un examen clínico y diagnóstico instrumental (radiografía y resonancia magnética) podrá identificar la causa de la metatarsalgia. En la mayoría de los casos, dado que el dolor está relacionado con una inflamación de la articulación metatarsofalángica, el médico puede recetar antiinflamatorios o, en los casos más graves, proceder a una infiltración de cortisona directamente en la parte que duele.
La fisioterapia
El enfoque fisioterapéutico suele implicar: educación del paciente, colaboración con el Podólogo, terapias manuales o instrumentales, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento.
Educar al paciente significa indicarle que descanse o cambie la actividad física que le provoca dolor en el pie, establecer tiempos de recuperación y recomendar ejercicios para hacer en casa de forma independiente.
La colaboración con el podólogo se hace imprescindible cuando, además del reposo, es necesario utilizar una ortesis plantar para aliviar las cabezas metatarsales o corregir el apoyo de la planta del pie.
Las terapias manuales tienen por objeto manipular las articulaciones rígidas y eliminar la tensión de las estructuras fasciales y musculares. En cambio, las instrumentales, como TECAR o LASER, tienen por objeto reducir la inflamación.
Por último, los ejercicios de estiramiento trabajarán principalmente sobre los músculos de la pantorrilla, el tendón de Aquiles, la fascia plantar y las articulaciones del tobillo y del pie; mientras que los ejercicios de fortalecimiento, centrados en los músculos intrínsecos del pie, son esenciales para disminuir el dolor y prevenir nuevos episodios inflamatorios.
Los consejos del fisioterapeuta: ejercicios útiles para la metatarsalgia para hacer en casa y de forma autónoma
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Automasaje de la fascia plantar con pelota de tenis
De pie, con las manos apoyadas en la pared, colocar una pelota de tenis bajo el centro del pie (¡no en la zona dolorida!). Ejercer una ligera presión hacia abajo con la planta del pie y masajear la fascia plantar durante 60 segundos. Repetir tres veces. |
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Estiramiento del pie en posición sentada
Sentarse en una silla y cruzar el pie lesionado sobre la rodilla. Sujetar el tobillo con la mano del mismo lado y los dedos del pie con la mano contraria. Tirar de los dedos de los pies hacia sí hasta sentir una ligera molestia, pero sin llegar a sentir dolor. Mantener la posición durante 5-10 segundos y repetir diez veces. Sentarse en una silla y cruzar el pie lesionado sobre la rodilla. Esta vez, sujetar el tobillo con la mano del lado contrario y los dedos del pie en flexión con la mano del mismo lado hasta sentir molestia, pero no dolor. Mantener los dedos del pie flexionados durante 5-10 segundos y repetir diez veces. |
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Refuerzo de los músculos del pie
Ponerse descalzos, con el pie que padece metatarsalgia delante apoyado en una toalla. Usar los dedos del pie para plegar la toalla, sin dejar que el resto del pie se levante del suelo. Realizar tres series de 15 repeticiones. |