Desgaste del menisco y de los cartílagos: causas, tratamientos y ejercicios útiles
El desgaste de meniscos y cartílagos es un problema común que afecta a muchas personas, especialmente en edad avanzada o tras traumatismos repetitivos.
Los meniscos y los cartílagos articulares desempeñan un papel determinante para garantizar el correcto funcionamiento de las articulaciones, especialmente de la rodilla, que es una de las articulaciones del cuerpo humano sometidas a mayores esfuerzos.
En este artículo, analizamos las principales características de los meniscos y los cartílagos articulares, cuáles son las causas de su desgaste y qué tratamientos y ejercicios nos permiten controlarlo y recuperar una buena funcionalidad.
Anatomía del menisco y de los cartílagos articulares
Menisco: una estructura fundamental
El menisco es una estructura fibrocartilaginosa situada en el interior de la articulación de la rodilla. Hay dos en cada rodilla: el menisco medial (interno) y el menisco lateral (externo). Estas estructuras en forma semilunar actúan como amortiguadores, distribuyendo el peso corporal y reduciendo la fricción entre el fémur y la tibia.
El menisco también contribuye a la estabilidad de la rodilla y a la lubricación de la articulación.
Cartílagos articulares: protección y deslizamiento
El cartílago articular es un tejido conectivo elástico y resistente que recubre los extremos de los huesos en las articulaciones sinoviales, como la rodilla, la cadera y el hombro. Su función principal es absorber los impactos y reducir la fricción durante el movimiento.
El cartílago carece de vasos sanguíneos, lo que significa que tiene una capacidad de regeneración muy limitada, por lo que su desgaste es un problema grave.
Causas del desgaste del menisco y de los cartílagos
Envejecimiento
Al avanzar la edad, el menisco y el cartílago articular sufren un proceso natural de degeneración. La disminución de la hidratación y de la elasticidad de los tejidos los vuelve más frágiles y susceptibles de sufrir daños incluso durante los movimientos cotidianos.
Traumatismos y microtraumatismos repetitivos
Las lesiones graves, como una torsión repentina de la rodilla, pueden causar lesiones meniscales. Los microtraumatismos repetitivos, típicos de algunos deportes como el fútbol o el tenis, también pueden provocar un desgaste progresivo del cartílago.
Sobrecarga y obesidad
Un peso corporal excesivo aumenta la carga sobre las articulaciones, acelerando el proceso de desgaste. Lo mismo ocurre a quienes desempeñan actividades laborales o deportivas que implican levantar objetos pesados o movimientos repetitivos.
Malformaciones anatómicas y factores genéticos
Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar desgaste del menisco o del cartílago. Las deformidades como genu varo o genu valgo también pueden contribuir a una distribución incorrecta de la carga articular.
Tratamientos para el desgaste del menisco y de los cartílagos
Tratamiento conservador
El manejo conservador es el primer enfoque para tratar el desgaste del menisco y de los cartílagos. Esto incluye el reposo, la aplicación de frío local para reducir la inflamación y el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Fisioterapia
La fisioterapia es esencial para mejorar la funcionalidad articular y reducir el dolor. Mediante ejercicios específicos, se puede fortalecer la musculatura circundante, mejorar la movilidad y reducir la carga de la articulación afectada.
Infiltraciones intraarticulares
En algunos casos, las infiltraciones con ácido hialurónico o corticosteroides pueden aliviar temporalmente el dolor y mejorar la movilidad de la articulación.
Tratamientos quirúrgicos
Cuando los tratamientos conservadores no son suficientes, puede recurrirse a la cirugía. La meniscectomía parcial o la reparación meniscal son alternativas para las lesiones meniscales graves.
En el caso del cartílago, pueden realizarse operaciones como el trasplante de cartílago o la microfractura para estimular la regeneración.
Desgaste del menisco: ejercicios útiles para prevenirlo y controlarlo
Fortalecimiento muscular
Fortalecer los músculos que sostienen la articulación de la rodilla, como los cuádriceps, el grupo de músculos del muslo, es esencial para reducir la carga directa sobre la articulación.
Los ejercicios como la prensa de piernas, las sentadillas modificadas y la extensión de rodilla con bandas elásticas pueden ser muy útiles.
Propiocepción y estabilidad
Los ejercicios propioceptivos ayudan a mejorar el equilibrio y la estabilidad articular. El uso de tablas de equilibrio o cojines propioceptivos puede estimular la coordinación neuromuscular, reduciendo el riesgo de lesiones.
Estiramiento y movilización
Mantener una buena flexibilidad muscular y articular es importante para prevenir la rigidez y la limitación de movimientos. Se recomiendan estiramientos de los músculos isquiocrurales y de la pantorrilla, así como movilizaciones articulares ligeras.
Actividades de bajo impacto
Actividades como la natación, el ciclismo y el yoga son ideales para mantener activas las articulaciones, sin sobrecargarlas. Estos ejercicios favorecen la circulación sinovial, mejorando la nutrición del cartílago.
Conclusiones
El desgaste del menisco y de los cartílagos es una afección que puede afectar de forma significativa a la calidad de vida, pero con un tratamiento adecuado es posible reducir los síntomas y mantener una buena funcionalidad articular.
La prevención, mediante una actividad física regular y un estilo de vida saludable, desempeña un papel fundamental. Para quienes ya padecen de desgaste, una combinación de terapias conservadoras, ejercicios específicos y, si es necesario, tratamiento quirúrgico, puede ofrecer una mejora significativa. Consultar a un especialista en fisioterapia y medicina deportiva es el primer paso para encontrar el tratamiento más adecuado.
ALESSIO ERRA
Fisioterapeuta deportivo y ortopédico
Nacido en 1988, licenciado en Fisioterapia por la Universidad de Pisa en 2010, a lo que siguieron un máster en posturología clínica y cursos de formación avanzada en diversos campos. Su experiencia en el mundo del deporte profesional, especialmente en el automovilismo, le llevó a especializarse en fisioterapia deportiva y ortopédica , terapia manual para trastornos musculoesqueléticos y viscerales, posturología y técnicas de prevención de lesiones para deportistas.
Sus principales intereses son el tratamiento de enfermedades articulares dolorosas crónicas, la rehabilitación tras lesiones deportivas o intervenciones quirúrgicas, y las técnicas de prevención de lesiones para deportistas profesionales y aficionados.