Esguinces: cuánto dura la hinchazón y el tiempo de recuperación
Los esguinces son las lesiones deportivas más comunes, sobre todo en las extremidades inferiores, como la rodilla y el tobillo, aunque también pueden afectar, de manera igualmente grave y dolorosa, la muñeca y la mano. El primer remedio en caso de esguince es aplicar el protocolo P.R.I.C.E. (Protección, Reposo, Hielo, Compresión, Elevación), y después comprobar el alcance del daño mediante radiografía o resonancia magnética. La fisioterapia y el tiempo de recuperación varían según se trate de un esguince parcial o total de las estructuras articulares.
En este artículo encontrarás:
- La diferencia entre esguince y luxación
- Esguince de tobillo
- Esguince de rodilla
- Esguince de muñeca
- Primeros auxilios y pruebas diagnósticas
- Fisioterapia en caso de esguince
- Información adicional: rotura del cruzado anterior de la rodilla
Esguince y luxación: las enfermedades deportivas agudas más frecuentes
Las patologías del aparato locomotor cuya causa es atribuible a la acción deportiva son múltiples y pueden producirse en todas las estructuras anatómicas (huesos, músculos, tendones, articulaciones). Clínicamente, las patologías deportivas se clasifican en agudas y por sobrecarga. Entre las afecciones agudas más comunes se encuentran los esguinces y las luxaciones.
- Esguince: cuando hablamos de «esguinces» nos referimos a una condición en la cual los extremos de los huesos sufren un movimiento que va más allá del arco de movimiento normal de la articulación. Esto provoca un fuerte estiramiento del sistema cápsulo-ligamentoso, con laceraciones parciales o totales de la cápsula, los ligamentos, los tendones o la rotura de los meniscos intraarticulares.
- Luxación: En cambio, en la luxación, las superficies articulares opuestas se separan y dejan de estar en contacto entre sí. Esto provoca graves lesiones en la cápsula, los ligamentos, el cartílago y, a veces, incluso la fractura de estructuras óseas. En cambio, en la subluxación, las superficies articulares permanecen en contacto parcial, pero ya no están correctamente alineadas.
En el caso de un esguince, la lesión ligamentosa puede ser parcial, sin comprometer la estabilidad articular, por lo que se denomina esguince de grado I leve o de grado II moderado. Si la lesión ligamentosa es completa y provoca inestabilidad articular, se habla de esguince grave de grado II (rotura de más del 50% de las fibras) y de grado III (rotura de todas las fibras).
Los esguinces articulares son problemas muy comunes en quienes practican deporte a cualquier nivel y se producen principalmente en tobillos, rodillas, codos, muñecas e incluso dedos de la mano. Veamos ahora los tipos más frecuentes de esguinces, su tratamiento y el tiempo de recuperación tras la lesión.
Esguince de tobillo: remedios y tiempos de recuperación
Los esguinces de tobillo son una de las lesiones deportivas más frecuentes. En la gran mayoría de los casos se producen en inversión, es decir, un movimiento forzado más allá del arco de movimiento normal, quedando la planta del pie mirando al otro pie. Los ligamentos afectados en este caso son el ligamento peroneoastragalino anterior (LPAA), el ligamento peroneoastragalino posterior (LPAP) y el ligamento peroneo calcáneo lateral (LPC), que pueden estirarse o, en los esguinces más graves, romperse parcial o totalmente. El tobillo aparece hinchado y edematoso sobre todo en el compartimento externo, con dolor más o menos intenso durante la marcha y a la palpación.
El tratamiento inmediato consiste en el protocolo PRICE (protección, reposo, hielo, compresión y elevación de la extremidad). Posteriormente, será necesaria una visita al especialista, a un médico o un fisioterapeuta deportivo, para determinar la gravedad del esguince, evaluar el tiempo de recuperación y, posiblemente, proceder a pruebas diagnósticas para profundizar, como una radiografía (si se sospecha una fractura concomitante), una ecografía o una resonancia magnética.
El tiempo de recuperación varía desde unos pocos días en el caso de los esguinces leves hasta varias semanas en los esguinces graves.
Esguinces de rodilla: tratamiento y consecuencias
Los esguinces de rodilla son bastante frecuentes en deportes como el fútbol, esquí, rugby, tenis, baloncesto y voleibol, en los que la articulación femororrotuliana se ve sometida a un esfuerzo especial. No se debe confundir con el síndrome de dolor patelofemoral, que es un problema de sobrecarga, los esguinces de rodilla suelen estar causados por la flexión o torsión de la rodilla, más allá del arco de movimiento normal, cuando el pie está apoyado firmemente en el suelo. Las estructuras implicadas son los ligamentos cruzados anterior (más frecuente) o posterior, los ligamentos externos y los meniscos.
En estos casos, la gravedad de los síntomas está relacionada con el grado de lesión ligamentosa o meniscal, que puede provocar hematomas e hinchazón alrededor de la articulación, hemartrosis (es decir, un derrame de sangre en el interior de la articulación), dolor al mover y cargar la articulación e inestabilidad articular más o menos evidente. El traumatólogo o fisiatra realiza el diagnóstico utilizando pruebas físicas y radiológicas, en particular la resonancia magnética.
En individuos jóvenes y deportistas, en caso de rotura del cruzado anterior y/o del menisco, el tratamiento es quirúrgico, seguido de una rehabilitación fisioterapéutica fundamental. Descubre más información sobre la rotura del cruzado (LC) al final de este artículo.
Esguince de muñeca: síntomas y remedios
La muñeca es una estructura compleja, compuesta por muchos huesos, ligamentos y tendones. Los esguinces de muñeca se producen principalmente como consecuencia de un traumatismo, como una caída con las manos hacia delante, o en actividades como el boxeo al lanzar un puñetazo de manera incorrecta.
En los esguinces suelen verse afectados los ligamentos, que pueden estirarse ligeramente o incluso romperse en caso de traumatismo importante. Las estructuras más comúnmente afectadas son el ligamento escafolunar y el fibrocartílago triangular.
Los síntomas más frecuentes del esguince de muñeca son dolor, hinchazón y limitación del movimiento. Para los esguinces leves, basta con reposo, un vendaje y la aplicación regular de hielo en los primeros días; la curación completa suele lograrse en 1-2 semanas. En los casos más graves con rotura de un ligamento o del fibrocartílago, es necesario consultar a un traumatólogo especialista en mano y muñeca para evaluar una posible intervención quirúrgica. En estos casos, la recuperación total tarda unos meses.
Qué hacer en caso de esguince de tobillo: primeros auxilios y pruebas diagnósticas
En general, ante un esguince articular en cualquier zona del cuerpo, se aplica el protocolo PRICE, un acrónimo inglés de Protection, Rest, Ice, Compression and Elevation (Protección, Reposo, Hielo, Compresión y Elevación), por lo que en los casos agudos debemos colocar inmediatamente la articulación en posición de reposo y protección, aplicar hielo varias veces durante el día, mantener la extremidad elevada para facilitar la reabsorción del edema y el hematoma (especialmente en el caso de un esguince de tobillo o rodilla) y vendar la articulación con un vendaje compresivo.
Después, es útil consultar a un fisioterapeuta deportivo que, con una evaluación inicial, podrá conocer el alcance de la lesión y recomendar posibles pruebas diagnósticas como ecografía, radiografía o resonancia magnética. Si estos exámenes revelan lesiones en estructuras como ligamentos, cápsula o menisco, corresponde entonces al traumatólogo valorar si el paciente debe someterse a una intervención quirúrgica o a una rehabilitación conservadora.
Fisioterapia en caso de esguince articular
Tras un esguince articular, la fisioterapia es muy importante tanto si el paciente opta por una terapia conservadora como si tiene que someterse a una intervención quirúrgica.
En el primer caso, la fisioterapia incluye inicialmente técnicas de terapia manual y otras terapias (como TECAR o LÁSER) destinadas a drenar el edema articular y disminuir la inflamación y el dolor. En una fase posterior, se realizan ejercicios de fortalecimiento muscular y de reeducación propioceptiva. Por último, se trabajan los gestos deportivos que el paciente deberá realizar una vez que se le autorice a reanudar la actividad deportiva.
En la recuperación postoperatoria, los pasos son los mismos, pero centrándose en la sutura/reemplazo del ligamento roto y la recuperación de la movilidad articular.
Consecuencias de los esguinces: rotura del ligamento cruzado anterior y tiempo de recuperación
La rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) es una consecuencia frecuente de las lesiones por esguince de rodilla, que se producen sobre todo durante la actividad deportiva. El movimiento traumático más frecuente es causado por una torcedura con una combinación de valgo y rotación externa de la pierna.
A nivel diagnóstico, se utilizan maniobras específicas para poner de manifiesto una laxitud ligamentosa anterior (es decir, una condición física en la que los ligamentos no pueden sostener la articulación), como la prueba de Lachmann, la prueba del cajón anterior o la prueba de Jerk (Jerk test). Si a través de estas pruebas se sospecha una lesión al ligamento, el diagnóstico debe confirmarse mediante una resonancia magnética.
El tratamiento de las lesiones del LCA (ligamento cruzado anterior) puede ser conservador o quirúrgico. En ambos casos, la rehabilitación fisioterapéutica es esencial. Para los pacientes jóvenes y deportistas, se suele optar por una cirugía de reparación del ligamento cruzado, que permite iniciar la rehabilitación desde los primeros días tras la intervención.
El tiempo medio de recuperación tras este tipo de cirugía es de 4-6 semanas para la recuperación de la marcha y las actividades de la vida diaria, de 8-14 semanas para la recuperación de la carrera recta y de 16-24 semanas para la recuperación de la actividad deportiva.