Las lesiones más frecuentes en la montaña: cómo prevenirlas y cómo recuperarse rápidamente

La montaña es un entorno fascinante y estimulante para los deportistas, pero también presenta riesgos debido al clima impredecible y al tipo de actividades practicadas.
El trekking, el trail running, la escalada y el esquí requieren una buena preparación física, además de poner mucha atención para evitar lesiones.
En este artículo analizaremos las lesiones más comunes en la montaña, dando consejos prácticos de prevención y estrategias de recuperación para volver a la actividad rápidamente.
- Las lesiones más frecuentes en la montaña
- Prevención de las lesiones en la montaña
- Recuperación tras una lesión: estrategias eficaces
- Vuelve a la pista con la línea Cetilar® para el bienestar de músculos y articulaciones
1. Las lesiones más frecuentes en la montaña
Esguinces y lesiones a ligamentos
Los esguinces, sobre todo en el tobillo y la rodilla, se encuentran entre las lesiones más frecuentes en la montaña. Las irregularidades del terreno, la fatiga muscular y el uso de calzado inadecuado pueden favorecer estas lesiones, que, en los casos más graves, pueden implicar la rotura de ligamentos como el cruzado anterior o el colateral medial.
Fracturas y contusiones
Las caídas accidentales pueden provocar fracturas óseas, especialmente en la muñeca, clavícula, tibia y peroné.
También son frecuentes las contusiones musculares y óseas, que provocan dolor y limitan los movimientos.
Tendinitis y sobrecargas musculares
Las actividades repetitivas y prolongadas, como el trekking de larga distancia o las carreras de montaña, pueden causar inflamación de los tendones (tendinitis), especialmente de los tendones de Aquiles, rotuliano y tibial posterior.
La sobrecarga muscular puede provocar dolores persistentes y fatiga precoz.
Hipotermia y golpes de calor
Las condiciones climáticas cambiantes en la montaña pueden causar problemas térmicos.
La hipotermia se produce cuando llevamos ropa inadecuada para protegernos de las bajas temperaturas; mientras que el golpe de calor es un riesgo común en los días calurosos, especialmente en caso de mala hidratación.
2. Prevención de las lesiones en la montaña
Preparación física y entrenamiento específico
Un buen entrenamiento es la clave para reducir el riesgo de lesiones. Es importante:
- fortalecer los músculos estabilizadores de los tobillos, rodillas y core con ejercicios específicos;
- trabajar la propiocepción y el equilibrio para mejorar la estabilidad;
- aumentar gradualmente la resistencia cardiovascular para afrontar recorridos largos.
Elección del equipamiento adecuado
Utilizar calzado con buen agarre y sujeción, bastones de trekking para descargar el peso de los miembros inferiores y ropa técnica adecuada a las condiciones meteorológicas.
Hidratación y nutrición adecuadas
Una buena hidratación ayuda a prevenir los calambres musculares y la fatiga. Durante la actividad física, se recomienda tomar sales minerales e hidratos de carbono para mantener la energía y la resistencia.
Planificar la excursión
Conocer el recorrido, las predicciones meteorológicas y los puntos de referencia ayuda a evitar imprevistos. También siempre es útil llevar un kit de primeros auxilios.
3. Recuperación tras una lesión: estrategias eficaces
Tratamientos inmediatos
En caso de lesión aguda, el protocolo PRICE (Protección, Reposo, Hielo, Compresión, Elevación) es fundamental en las primeras 24-48 horas para reducir la inflamación y el dolor.
Esto debe completarse con una consulta a un médico especialista o una visita a urgencias para obtener un diagnóstico preciso de la lesión.
Fisioterapia y rehabilitación
Para las lesiones más graves, la fisioterapia es fundamental. Las técnicas más utilizadas son:
- terapias manuales y movilización para mejorar la función articular;
- ejercicios de fortalecimiento progresivo para recuperar la fuerza y la estabilidad;
- técnicas de entrenamiento neuromuscular para evitar recaídas;
- terapias físicas instrumentales, como la tecarterapia y el láser, que ayudan a acelerar la curación.
Retorno gradual a la actividad
Tras una lesión, es importante no forzar el retorno a la actividad. Una recuperación gradual con ejercicios de bajo impacto, estiramientos y control de la fatiga ayudará a evitar recaídas.
4. Vuelve a la pista con la línea Cetilar® para el bienestar de músculos y articulaciones
El uso de productos específicos puede marcar la diferencia para una recuperación más rápida y eficaz.
La línea traumatológica de Cetilar® ha sido estudiada para favorecer la recuperación de músculos y articulaciones fatigados, gracias a su formulación a base de ésteres cetílicos. Los productos de esta línea están indicados en casos de contusiones, distensiones, esguinces, contracturas y lesiones articulares.
Cetilar®, que incluye desde la crema de acción calmante hasta los prácticos parches, ideales para un alivio específico, ayuda a reducir el dolor y mejorar la movilidad, acelerando el regreso a la actividad deportiva. Un aliado fundamental para los apasionados de la montaña que desean afrontarla sin concesiones.
Conclusiónes
La montaña ofrece experiencias únicas, pero para practicar deporte sin riesgos es necesario estar preparado adecuadamente y adoptar estrategias de prevención eficaces.
En caso de lesión, un tratamiento inmediato y una rehabilitación específica permiten volver a la actividad en el menor tiempo posible. La consulta con un fisioterapeuta especializado puede marcar la diferencia para una recuperación correcta y duradera.